jueves, 13 de febrero de 2014

Comenzando de nuevo.


Primeras investigaciones, primeras impresiones. Aplicables o no a este nuevo proyecto que empieza, pero en cualquier caso para guardarlas en nuestra mochila por si se presenta la ocasión.






Not Vital
Makaranta School
Agadez, Niger

Not Vital ha estado trabajando en Niger, construyéndose un hogar, con el fin de tener un rincón en cada continente desde el que mirar las estrellas: la casa/torre es la estructura de adobe más alta de la zona.





Durante su estancia y en agradecimiento, proyecta para la comunidad la escuela Makaranta, en un primer momento rechazada por los  Tuareg - tribu nómada de la región - pues creian que si dejaban a sus hijos aprender a leer y a multiplicar, no volverían a ser capaces de leer las estrellas. En consecuencia, la escuela se redefine como una escalera piramidal en la que los estudiantes pueden continuar sus estudios en el exterior, tal y como demanda su cultura, pero en un lugar centralizado, reconocible y que permita ser asociado por todos como "el lugar de la enseñanza".




Los lugares, definidos a través de la arquitectura, han de ser capaces de provocar una reacción en nosotros con el fin de que los identifiquemos, los entendamos como reconocibles y podamos asociarlos a algo. Esta reacción puede motivarse de muy distintas maneras, mediante la forma, el color, la textura, la estructura, el orden -o el desorden-, su relación con el entorno, con su función, o con una mezcla de varias. Y es muy necesario que esta reacción se provoque, pues si no, el lugar será muy difícilmente recordado. Las personas en su histórico afán de conquistar el espacio, necesitan de elementos, símbolos (que pueden ser de muy diversas clases) de naturaleza artificial, que nos permitan orientarnos en el espacio, reconocerlo como propio, alejarnos de lo desconocido. Así, un templo griego en lo alto de una montaña nos permite distinguir esa montaña de entre todas las demás y una pirámide en medio del desierto calma nuestra soledad por ser un reflejo de la mano del hombre.

Los lugares son referencias, y es nuestra tarea definir qué tipo de referencia queremos que sea nuestra arquitectura para las personas. Esto es muy importante, pues en ello puede erradicar la diferencia entre hacer de un espacio un no-lugar, aquellos a los que no nos sentimos vinculados, no significan nada para nosotros, o los verdaderos Lugares, como es esta escuela para los Tuareg en la hostilidad de Niger.

Deberíamos preguntarnos hasta qué punto estamos rodeados de Lugares o de no-lugares. De qué manera esto influye en nuestro comportamiento y en el respeto hacia nuestra ciudad, y cómo podemos solucionarlo. 








No hay comentarios:

Publicar un comentario